LAS CROQUETAS DE MI MADRE
Esta es una receta estrella, ¿quien no ha dicho que como las
croquetas de su madre, ningunas?, son y serán las mejores, las generaciones de
hoy en día se tienen que dar prisa y aprovechar las croquetas de sus abuelas,
pues la dinámica en los fogones de las nuevas/os amas/os de casa es la de freír
las congeladas que compran en los supermercados, y sinceramente aunque pongan
caseras, no tienen nada que ver con las que se hacen bien en casa.
Las croquetas tienen dos cosas fundamentales para el éxito, la primera preparar una buena bechamel, que sea cremosa, muy cremosa, para eso hay que mover mucho la varilla y conseguir ligar la leche con Rush de harina, mantequilla y cebolla que previamente habremos tostado, y la segunda pauta del éxito es el rebozado y fritura. Las croquetas se tienen que freír minutos antes de consumirlas, nunca media hora antes, se tienen que servir calientes y crujientes .
Las croquetas tienen dos cosas fundamentales para el éxito, la primera preparar una buena bechamel, que sea cremosa, muy cremosa, para eso hay que mover mucho la varilla y conseguir ligar la leche con Rush de harina, mantequilla y cebolla que previamente habremos tostado, y la segunda pauta del éxito es el rebozado y fritura. Las croquetas se tienen que freír minutos antes de consumirlas, nunca media hora antes, se tienen que servir calientes y crujientes .
Mi madre, nunca me cansare de decirlo era una excelente
cocinera, y la mujer vivió la guerra y la postguerra española y sabia
economizar y aprovechar los pobre recursos de los que disponía en su día, y
estas croquetas llevan un huevo duro
recubierto de una exquisita bechamel, nada más que eso y sale un producto riquísimo,
de hecho esta formula la he catado en algún restaurante estrellado Michelin usando en ese caso un huevo de
codorniz envuelto en bechamel y una vez rebozado y frito usando un
"grisini" ensartado a modo de palo de piruleta, pero a lo que voy,
podemos enriquecer la bechamel con jamón serrano, bacón, atún, espinacas o lo
que más nos guste y apetezca, este es un plato sencillo que se puede elevar a
plato maestro como hacia mi madre y creo que la mayoría de las madres del
mundo.
Yo como siempre hago variaciones sobre la receta original,
mi madre partía en octavos los huevos
duros y los cubría con bechamel uno a uno, yo soy muy vago y lo que hago es
trocear los huevos duros en pedazos gruesos
y los añado a la bechamel una vez elaborada esta.
INGREDIENTES:
- Leche
- Mantequilla
- Harina
- Huevos
duros
- Cebolla
- Sal,
pimienta y nuez moscada
Para el rebozado:
- Pan
rallado
- 1 huevo
MODO DE ACTUAR
Para hacer una bechamel debemos saber coger el punto de
mezclar la harina con la mantequilla, yo empiezo poniendo un chorro de aceite y
tiro la cebolla bien picada y la empiezo a pochar, cuando se empieza a
transparentar le agrego la mantequilla y dejo que se funda e inmediatamente le
agrego la harina y empiezo a remover vigorosamente para que se cocine la
harina, una vez empiece a tomar algo de color le empiezo a agregar la leche caliente
y a remover constantemente con las varillas hasta conseguir que se cuaje la
mezcla (de diez a quince minutos dándole a las varillas), una forma de saberlo
es cuando las burbujas empiezan a ser como pequeños "geiser" en la
cazuela, retiramos del fuego y añadimos la Nuez moscada, la sal y la pimienta,
removemos bien y ahora agregamos los huevos duros picados de forma grosera, extendemos
la masa en una fuente, la dejamos enfriar y metemos en la nevera hasta el día
siguiente.
Pochar la cebolla |
Añadir la harina |
Tostar la harina |
Una vez vayamos a consumirlas, sacamos de la nevera y con la
ayuda de unas cucharas empezamos a darles forma "quenelle" pasamos
primero por pan rallado, la llevamos al huevo bien batido y la volvemos a
llevar al pan rallado para obtener un
rebozado perfecto, cuando acabemos con todas las que vamos a consumir,
las que hayamos rebozados las metemos en la nevera unos quince minutos, ponemos
en un cazo o sartén abundante aceite de
oliva y vamos metiendo en pequeñas cantidades y friéndolas, dándoles un bonito
dorado y sacando a un plato con papel absorbente, dejamos reposar un momento y
servimos acompañadolas con una buena ensalada y un alioli o mayonesa de
sabores.
Decir ricas es decir poco, son MAGISTRALES.
Las ricas croquetas de mi madre |
La discusión de la cantidad de harina y mantequilla es la de
coger el punto, yo por ejemplo pongo dos cucharadas de harina y un poco menos
de mantequilla, la cremosidad es cuestión de darle a las varillas, se de gente
que le pone algo de nata a la leche, pero claro es aumentar el aporte calórico,
yo la leche suele ser semidesnatada, si se usa desnatada no cuaja en el rato
primero, y ya se sabe este es un plato para días de fiesta, no conviene
comerlas a diario, porque de lo ricas que son nos la comemos de una sentada y
esto engorda.
Buen provecho y espero me cuenten la experiencia de
hacerlas.