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sábado, 1 de junio de 2013

LASAÑA PASIONAL


LASAÑA DE PASION

Plato sencillísimo y que te va a dejar unas sensaciones gustativas que te van a transportar al mismísimo imperio de los sentidos, así que vosotros mismos con lo que ocurra después, es un plato para agasajar a alguien que realmente os importe, por lo que es un plato intimista y por eso lleva esos ingredientes que Sherezade relataba a el sultán en esas mil y una noches de placer.

Ingredientes para dos personas:

-          6 Laminas secas de lasaña (3 por persona)

-          150 gr de carne molida de ternera

-          3 Laminas de bacón picadas bien menudas y dorarlo en sartén

-          Especias para la carne: Ras El Hanout, Lea Perrrins, Hierbabuena, comino, sal y pimienta negra.

-          100 gr de calabaza cortada en finas laminas regulares

-          Especias para la calabaza: Sal, canela, azúcar morena y una copa de brandy

-          Bechamel: ½ litro de leche, mantequilla, Maicena, sal, pimienta y nuez moscada

-          Queso para gratinar.
 

Para elaborar primero seguimos las instrucciones que marque el envase de la pasta, cocemos, enfriamos etc. y reservamos sobre unos paños para que este seca y lista para su uso de montaje y posterior gratinado.

En la sartén con un poco de aceite de oliva ponemos la carne y con un poco de sal la removemos hasta que esté bien dorada, le añadiremos las especias, el Ras el Hanout es una suma de especias marroquíes que pueden ser de doce al infinito, entre ellas lleva curry, jengibre, pimienta, cúrcuma, coriandro, cayena y un sinfín, yo uso uno que compro en Auchan que es bastante decente, pero en cualquier tienda de árabes o hindúes podréis conseguirla, ser generosos y poner dos cucharadas o tres, luego una cucharita de comino y coger la botellita de Lea Perrins y ser generosos para rehogar bien la carne con las especias bañadas en esta salsa que tiene al tamarindo y jengibre como base, una vez sea absorbida la salsa, retirar la sartén del fuego y echar el bacón anteriormente dorado y un buen puñado de hierbabuena picada en menudo (si es fresca) o una cucharada si es seca. Reservar la carne hasta la hora del emplatado, el sabor que le sacamos es en un principio picante que nos subirá los calores internos, pero luego el frescor de la hierbabuena en la boca nos refrescara.

La calabaza, cortarla en laminas superfinas que no tengan más de un milímetro de ancho y que sean del tamaño de una tira de chicle, esto con un buen cuchillo cebollero que este bien afilado es fácil de hacer, pues cogemos una sartén y con dos gotas de aceite empezamos a rehogar la calabaza, le echamos un poquito de sal para ayudarla a sudar y empezamos a ver cómo se va dorando, cogemos la canela y la esparcimos por encima, agregamos de inmediato una buena cucharada de azúcar moreno y empezamos a remover para facilitar el caramelizado de la calabaza, cuando el azúcar se haya absorbido metemos un buen trallazo de coñac o de ron moreno y dejamos que se evapore e integre en la humilde calabaza, que nos dará un sabor dulce como un beso de adolescente.           
 

De cómo hacer la bechamel deciros que dejarla ligera y untuosa para poderla gratinar, eso sí, ser generosos con la nuez moscada otro ingrediente principal para nuestras papilas gustativas y trasladarnos al lejano Oriente.

Bueno ahora viene lo más importante, el emplatado, sobre esa plato bajo ponemos una cucharada de bechamel y sobre ella una placa de lasaña para que no se mueva, cogemos la mezcla de carne y bacón y extendemos sobre la placa y encima de ellas distribuimos también las laminas de calabaza, ponemos otro poco de bechamel y ponemos encima otra lamina de bechamel con el extremo de forma perpendicular a la lamina que está abajo y repetimos el mismo paso que la anterior, finalizando con otra lamina bañada en bechamel y salteada de queso especial para gratinar (mezcla de chedar, gruyere, emmenthal, etc.) y pasamos por el gratinador del horno, al sacarlo del mismo damos un par de minutos para que repose y se solidifique y acompañamos este rico y afrodisiaco palto con un buen cava o vino espumoso blanco bien frio para que rompa en las papilas gustativas un mar de placenteras sensaciones.
 

Las láminas de lasaña al ser largas, ocuparemos solo la parte central y las montaremos como si fuera una estrella dando un aspecto más atractivo al plato. Buen provecho