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sábado, 24 de agosto de 2013

HUEVOS A LA INGLESA


HUEVOS A LA INGLESA

 

Esta es una sencilla pero deliciosa receta que hace muchos años saboreaba en el restaurante Los Troncos en Santa Cruz de Tenerife, fuera de ahí nunca más la he visto, ni en recetarios diversos, de su simplicidad evidente sacar la conclusión de que la calidad de los ingredientes esta el éxito de este plato, así que no seamos rácanos y para gozar de un buen plato compremos las mejores papas, los huevos de granja y los tomates más maduros.

INGREDIENTES:

-         Huevos (2 por persona)

-         Patatas

-         Salsa de tomate

-         Salsa Lea Perrins

-         Mayonesa

-         Sal y pimienta
 

Procedemos de la siguiente forma:

Ponemos a cocer los huevos unos 10/15 minutos, sacamos enfriamos 1o 2 horas en nevera), pelamos y partimos en dos mitades, sacándole la yema y reservando estas en un bol.

Por otro lado pelamos las papas y con una mandolina (esta no es la del capitán Corelli) o un cuchillo de cocinero y las cortamos en finas lonchas y ponemos a freír en aceite muy caliente, sacamos y escurrimos en papel absorbente.

 

Por otro lado cogemos la salsa de tomate (tiene que ser de muy buena calidad y si es casera mejor) la ponemos en un cazo, le añadimos pimienta y un buen toque de la salsa inglesa o Lea Perrins y atemperamos, por otro lado vamos montando el plato, en una bandeja o fuente ponemos la base de las patatas y encima las mitades de los huevos, a estos les rellenamos con una cucharadita de mayonesa y les podemos echar  pimienta, sal y perejil picado, vertemos la salsa de tomate por encima y repartimos muy bien.

 

Cogemos las yemas que habíamos reservado y las rallamos valiéndonos de un colador metálico y una cuchara y las depositamos por encima del tomate en su totalidad, y ya tenemos un plato fresco, sencillo y muy digno para celebrar esa exquisita comida que tenemos en mente, así que a comprar de inmediato los ingredientes y ponernos a hacerlo para disfrutarlo ya.


 
 
No nos olvidemos de una buena barra de pan para mojar en el plato y de una bebida fresquita, ya sea cerveza, vino o agua con lo único que se puede acompañar la comida, no con refrescos que matan el sabor. Buen provecho.