EMPANADA GALLEGA
Uno de los platos
definitorios de nuestra geografía patria, de origen gallego la hacemos nuestra
y la disfrutamos como la tortilla de papas, la paella, el gazpacho o cualquiera
de esos platos regionales que han pasado a ser patrimonio de la humanidad
gastronómica, esta receta que traigo es la original en la masa y mi versión en
el relleno, una de las cosas que siempre he oído es que la empanada tiene que llevar mucha
cebolla y luego acompañada de atún, bacalao, almejas, cerdo o lo que más nos
guste, plato ideal para compartir con gente que queramos acompañándolo de un
buen vino y una mejor charla, así que a la tiendita de barrio a comprar los
ingredientes y a hacer esta maravillosa empanada.
INGREDIENTES:
Para la masa
- Harina de fuerza 700gr
- Aceite del sofrito 200ml
- Agua 200ml
- Sal 14gr
- Levadura fresca 21gr
Para el relleno
- Aceite 200ml
- Cebollas 650gr (3 o 4 dependiendo del
tamaño)
- 1 Pimiento rojo
- 1 Pimiento verde
- Bonito en aceite de oliva 300gr
- Salsa de tomate 250gr
- 1 Huevo
- Una cucharada de leche
- Ciruelas pasas maceradas en ron
Procedemos de la
siguiente forma, pelando y cortando en aros la cebolla y los pimientos
picándolos en tiras cortas y metemos en una cazuela con el aceite de oliva y
ponemos a pochar a fuego medio/suave hasta que esté bien caramelizado,
removiendo bien para evitar que se nos queme, esto dura unos 20 minutos
aproximadamente.
Mientras tanto
sacamos el bonito de las latas y escurrimos sobre un colador el aceite que
viene en la conserva.
Por otro lado cortar
las ciruelas pasas en menudo y echarles un chorrito de ron de buena calidad para
que se maceren un poco antes de añadir al relleno.
En los ingredientes
puse un pimiento rojo y otro verde, yo tenía dos rojos en la nevera y son los
que puse, así que no echármelo en cara.
Una vez tengamos bien
pochadas las cebollas y pimientos sacamos del fuego y con la ayuda de un
colador escurriremos el aceite que recogeremos en un bol, ya que lo vamos a
utilizar en la elaboración de la masa, reservamos y dejamos enfriar para poder
manipularlo.
Una vez escurrido el
aceite volvemos las verduras a la cazuela y le añadimos el atún, las pasas y la
salsa de tomate y removemos muy bien a fuego muy suave hasta conseguir la
mezcla deseada, salpimentamos si lo creemos necesario, sacamos del fuego y
dejamos reposar mientras nos dedicamos a la masa.
Y llego la hora de
mancharnos las manos, un juego de niños que hasta tiene efectos terapéuticos ya
que desestresa el amasar y golpear.
Una vez frio el
aceite podemos proceder a crear la masa, cogemos un bol grande y ponemos la
harina (se recomienda la de fuerza que es la que se usa en la elaboración del
pan, porque es más fina y es fácil de conseguir en las tiendas), pues la
cernimos sobre el bol y creamos un volcán en medio, en un lado desmenuzamos la
levadura y en el otro ponemos la sal, en medio del volcán echamos el aceite del
sofrito y la mitad de la cantidad del agua (iremos poniendo mas según nos pida
la masa) a temperatura ambiente o ligeramente templada y empezamos a mezclar
todo bien con la mano.
Una vez lo tengamos
todo bien amalgamado, tiramos un poco de harina sobre la encimera y sacamos la
masa del bol y empezamos a amasar con las dos manos durante unos 15 minutos,
estirando y replegando la masa una y otra vez, acordaros del gobierno y lo
haréis con más saña apretando con fuerza.
Una vez tengamos bien
trabajada la masa, que no se nos pegue en las manos, que la textura sea
elástica (señal de que el gluten esta trabajado) pues damos forma redonda y
volvemos a depositar en el bol, echamos algo de harina y lo tapamos con un
trapo por encima dejando reposar en una zona cálida, tranquila y sin corrientes
un mínimo de una hora hasta que doble su tamaño.
Una vez pasado el
tiempo y doblado el volumen, sacamos del bol y lo ponemos en la encimera y con
el puño vamos presionando hasta eliminar el gas de la fermentación y dejándola
lo más plana posible, volvemos a amasar haciendo un rulo y cortamos por la
mitad sacando dos pedazos iguales, volvemos a amasar cada pedazo de forma independiente
unos cinco minutos cada uno, damos forma de bola y dejamos reposar unos
minutos.
Mientras tanto
cogemos un molde, sea redondo o rectangular y le añadimos un papel vegetal o de
horno al que habremos engrasado previamente para evitar que se nos pegue la
masa.
Volvemos a la masa y
cogemos uno de los dos pedazos, enharinamos la encimera y ayudados de un
rodillo vamos aplanando la masa hasta
conseguir un grosor de menos de medio centímetro, aprovechamos y si el molde es
rectangular damos esa forma a la masa y si es redondo hacemos lo propio.
Ayudados del rodillo
cogemos la masa y la depositamos en el molde estirándola muy bien, con un
tenedor pinchamos la masa para evitar que nos suba y ponemos el relleno
extendiéndolo bien y regularmente.
Con el otro pedazo de
masa hacemos lo mismo, lo aplanamos con el rodillo y nos ayudamos de este para
depositarlo encima del relleno, estiramos bien la masa juntamos los bordes con
la masa de abajo y recortamos el exceso de masa y vamos cerrando y haciendo un
borde que selle bien la empanada.
Con los recortes
podemos hacer unos dibujos y en el centro de la empanada ayudados de unas
tijeras hacemos un corte en cruz que nos servirá de chimenea para que respire
mientras la horneamos, y con el tenedor pinchamos por la superficie para evitar
que nos suba.
Cogemos el huevo, lo
batimos bien y añadimos una cucharada de leche y ayudados de una brocha
pintamos la empanada para que nos dé un tono dorado y bien bonito al hornearla.
Hora de meter al
horno al que tendremos previamente calentado por arriba y abajo a 180ºC y
metemos la empanada durante unos 45 minutos aproximadamente, echaremos de vez
en cuando una mirada para evitar que se nos tueste en demasía la tapa, si es
así y no hemos acabado el tiempo de horneado, nos ayudamos de un papel de
aluminio que ponemos por encima y quitamos al final.
Hora de sacar del
horno y dejar reposar un tiempo para que libere los espíritus, la podemos comer
caliente, templada o del tiempo, es un manjar que nos regala todas las
sensaciones y cariño con la que la hemos hecho.
Buen provecho…