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sábado, 22 de febrero de 2014

TARTA DE QUESO FRESCO CON FRAMBUESAS


TARTA DE QUESO FRESCO Y FRAMBUESAS

Esta quizás sea la tarta más exquisita y fácil de hacer, es un clásico de la repostería norteamericana donde en cualquier cafetería te sirven esa Chessecake bien dorada, yo aquí traigo la versión que de este postre hace Gordon Ramsey donde le da una categoría de tres estrellas Michelin, es una tarta que por los componentes es muy ligera y menos calórica que el resto, pero como en todo que se refiere a la cocina, hay que utilizar ingredientes de calidad para obtener un resultado maravilloso, yo aquí he usado el queso Mascarpone pero se puede y debe usar cualquier queso fresco y cremoso, tipo Quark, Burgos batido, Philadelfia, etc., cuanto más cremoso y fácil de batir sea el resultado será mejor, luego lo que hace grande de esta receta son las frambuesas que con su acidez maridan perfectamente con el queso y dan una sensación en boca de lo más agradable posible, también puedes utilizar arándanos, frutos del bosque o lo que gusten, pero las frambuesas es lo ideal.

INGREDIENTES:

-         500gr de Queso fresco (Mascarpone, Quark, Philadelfia, Burgos, etc.)    que           sean fáciles de batir.

-         250gr de Frambuesas

-         160gr de Azúcar

-         3 Huevos

-         2 Cucharadas de harina

-         Ralladura de una mandarina (o limón, lima, etc.)

Lo fundamental es que todos los ingredientes tienen que estar a temperatura ambiente para poder ligarlos bien, si las frambuesas son congeladas las tendremos descongelando desde el día anterior en la parte alta de la nevera, a la hora de utilizarlas y teniéndolas atemperadas las colaremos para eliminar el exceso de jugo.

Procedemos de la siguiente forma, pondremos el horno a calentar a 180ºC y mientras tanto en un bol grande pondremos el azúcar y agregaremos el queso Mascarpone y con unas varillas empezaremos a batir hasta conseguir integrar el azúcar y el queso en una crema untuosa, si no tenemos musculo para utilizar las varillas de mano lo haremos con una batidora de varillas, pues es interesante meter aire mientras batimos para hacer ligera la masa.    



  

En otro bol batiremos los tres huevos también siendo enérgicos para meter aire en el resultado, e iremos incorporando poco a poco al queso con el azúcar, para que así se vayan integrando mejor, así que a batir bien con mucha energía.    


 

Una vez lo tengamos todo bien mezclado le añadiremos las dos cucharadas de harina y seguiremos de forma enérgica batiendo para que todo se mezcle bien y siga entrando todo el aire posible a la masa, haremos lo mismo con la ralladura de la mandarina.

 

Ahora es el momento de integrar las frambuesas a las que quitaremos el exceso de jugo y las integraremos a la masa con una lengua de silicona e iremos mezclando de abajo hacia arriba hasta que todas este bien integradas.

 

Cogeremos un molde de 24 o 26 cm de diámetro y lo engrasaremos bien con mantequilla y pondremos toda la masa con las frambuesas y extenderemos bien aplanando la superficie, levantaremos un centímetro el molde y dejaremos caer sobre la mesa y repetiremos unas dos o tres veces más, esto lo haremos para que las frambuesas se repartan bien y a la hora de salir del horno estén arriba y debajo de la masa.    



  

      

Una vez tengamos el horno a temperatura de 180ºC introduciremos el molde y hornearemos entre 30 y 35 minutos cuando veamos un buen tostado de la superficie de la tarta, por las paredes estará compacta y por el centro tendrá la textura de un flan. Sacamos y dejamos enfriar antes de desmoldar, yo una vez fría y sin quitar en el molde la dejo un mínimo de tres horas en la nevera, luego saco le quito el molde y ya está lista para hincar el diente a esta tarta tan rica.

 

Lo dicho este es un bocado de dioses, así que no dejen de hacerla y sorprender y sorprenderse por una tarta tan sencilla y exquisita.


Bon apetite.