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sábado, 13 de septiembre de 2014

POLLO AL HORNO EN COSTRA DE PAN


POLLO AL HORNO EN COSTRA DE PAN

 

Esta es una receta de las que parece que no, pero requiere de muchas técnicas, pero juro que el resultado es de lo más impresionante, es magnífica, es sana, es sorprendente, normalmente seria para hacer con un pollo entero, es mas yo la vi hacer con un pollo picanton o tomatero pero he decidido hacerlo con una pechuga de pollo, con ello mejoro aspectos en la receta de no usar mantequilla para dorar la piel, elimino esta y lo hago más sano, aunque en el proceso de elaboración de la receta iré dando las claves para hacerlo con el pollo entero.

INGREDIENTES:

-         Pechuga de pollo o un pollo entero

-         Caldo de verduras

-         Cebolla

-         Champiñones

-         Zanahorias

-         Tomillo, estragón, romero, sal, pimienta

-         Harina

-         Vermut

 

 

Lo primero que vamos a hacer es preparar la masa de pan que cubrirá la pechuga o el pollo entero, esta masa de pan hará el efecto de una costra para este doble horneado, como cuando preparamos un pescado a la sal en donde lo cubrimos de sal y actúa  como un horno pegado al alimento.

Yo cogí como unos 300 gr de harina y en un bol la mezcle con romero y estragón y le fui añadiendo agua y empecé el amasado, yo utilice un robot pero lo podemos hacer a mano y cuando halla absorbido suficiente agua y la consistencia sea gomosa y se nos separe de los dedos, pues la depositaremos en papel film y la metemos en la nevera hasta que la necesitemos.    






 

Bien, por otro lado cogemos y picamos en menudo la cebolla y ponemos en una sartén con aceite de oliva a pochar, cogemos los champiñones y si son de lata los lavamos y los picamos también en menudo y se los añadimos a la cebolla para que se pochen los dos, les agregamos sal, pimienta negra, tomillo , romero y dejamos hacer, si los champiñones son frescos limpiamos bien la tierra y procedemos igual que con los de lata.

 

Una vez pochados retiramos del fuego, escurrimos el exceso de aceite y reservamos hasta su utilización.

Ahora llega el momento de la carne del pollo, si fuera un pollo entero lo rellenaría con el pochado de la cebolla y los champiñones y lo cerraría con un limón, entre la piel y la carne embardunaría separándola con los dedos con una mantequilla pomada a la que le agregaría tomillo y estragón, para que dorase la piel.

Pero lo que hice fue coger una pechuga y abrirla como si fuera un libro y le puse el pochado y luego la cerré ayudándome de hilo de bramante la ate para evitar pérdidas del contenido y la dispuse para el matrimonio con la masa de pan, eso si la carne le puse un pellico de sal y pimienta negra junto al romero.



 

 


Es la hora de sacar la masa de pan de la nevera y pondremos un poco de harina en la encimera y con un rodillo estiraremos la masa hasta conseguir un grosor máximo de medio centímetro.

 

Una vez lo hemos conseguido cogemos el pollo, en este caso la pechuga y la ponemos sobre la masa y la envolvemos totalmente, sin dejar ninguna grieta o agujero, debe quedar totalmente envuelto, ponemos en una bandeja de horno y lo introducimos en él a 220ºC y le damos unos 30 minutos a la pechuga, luego bajamos a 180ºC y le damos 10 minutos a esa temperatura, la masa debe de quedar dorada y sonar la corteza como un pan horneado y crujiente. Al pollo le daría el tiempo que normalmente le damos cuando horneamos uno entere, dependiendo del tamaño 1 hora u hora y media y luego los 10 minutos a temperatura más baja.



 

Mientras se hornea, vamos a complementar nuestra receta, cogemos en un cazo y ponemos medio litro de caldo de verduras, yo aquí cogí una pastilla de caldo y le añadí agua, ponemos un par de cucharitas de tomillo, mezclamos bien y dejamos a fuego durante unos 20 minutos para que vaya reduciendo y concentrándose.


Por otro lado en una sartén cogemos unas zanahorias baby o unas que sean pequeñas y procedemos a caramelizarlas, ponemos un poco de mantequilla y aceite de oliva y a fuego suave vamos dándoles golpes de calor para que se glaseen, añadimos estragón y tomillo y un vaso de vermut blanco para ayudar a glasear y dejamos que todo se reduzca.

 

Es hora de sacar el pollo del horno y rezar para que todo haya salido bien ( es broma que saldrá bien, gente de poca fe), pues sacamos del horno, cogemos la masa y la ponemos en la tabla y con un cuchillo de sierra cortamos en la base para abrirla y sacar la pechuga.





Dejamos reposar la pechuga unos minutos y empezamos el emplatado, cortamos en medallones y emplatamos, ponemos las zanahorias y en un cuenquito llevamos el caldo de tomillo reducido, una salsa sanísima y con un aroma que sorprenderá.
 

Este plato es suculento, muy elaborado y elegante, aparte de conseguir un sabor magnifico estaremos comiendo muy sano, así que no seamos remolones y a ponerse manos a la obra, merece la pena.

 


Buen apetito…