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sábado, 28 de febrero de 2015

HAMBURGUESA PREÑADA


HAMBURGUESA PREÑADA

 

Uno no es muy amante de las hamburguesas que se venden en esas grandes franquicias, pongo mucho en duda la calidad en la manipulación para su elaboración, no me gusta que tengan que pausterizar la carne para garantizar su seguridad, y no me gustan los aditivos y complementos que te ponen para devorarla y engullir montón de grasas y calorías, por lo que cuando me apetece una me la elaboro yo en casa, dándole el condimento que me agrada, suelo asemejar el sabor al que hago cuando elaboro el Steak Tartar, salvo un par de ingredientes los lleva casi todos, y aquí el queso se lo añado a la propia hamburguesa y no la acompaño con pan ni papas fritas, la disfruto con cuchillo y tenedor mojando en ricas salsas que la aderezan al paladar.

INGREDIENTES:

-         Carne picada de vacuno

-         Pimiento rojo

-         Pimiento verde

-         Cebolleta

-         Lea Perrins (salsa Wocesrtershire)

-         Tabasco

-         Curry, sal y pimienta

-         Mostaza inglesa en polvo

-         Huevo

-         Queso Emmenthal rallado

-         Pan rallado
 
 

Cogemos la cebolleta y los pimientos previamente picados y los ponemos a pochar en una sartén con un poco de aceite de oliva, cuando consigamos el punto retiramos del fuego, escurrimos el exceso de aceite y reservamos.
 
 
Por otro lado ponemos en un bol la carne picada y hacemos un pequeño cráter donde añadiremos los pimientos y cebolla pochados y con la mano empezamos a mezclarlo todo muy bien.

 
A continuación le agregamos las especias como el curry, la mostaza en polvo, unas gotas de Tabasco y la que no puede faltar la Lea Perrins que con ese toque de tamarindo da un sabor delicioso, pues bien agregamos todo eso y un huevo crudo y seguimos mezclando todo muy bien con las manos.
 


 
Y le añadiremos el pan rallado que nos pida para secar la mezcla y dejarla compacta para que nos sea fácil darle forma.
 
 
Le damos la forma y el tamaño adecuado, se pueden utilizar los aros que hoy en día se utilizan para montar los platos o sencillamente a mano.
Damos forma y en medio de esta agregamos el queso rallado y con otro trozo de carne del mismo tamaño montamos encima de la base y del queso, sellándolo todo muy bien.
 


 
En una sartén ponemos un poco de aceite y lo calentamos, y añadimos la hamburguesa y la vamos haciendo a fuego medio por las dos caras, retiramos y escurrimos en un papel absorbente para eliminar el exceso de aceite, emplatamos y ponemos unas salsas como el Kétchup, mostaza, alioli, mahonesa, barbacoa, etc., para los más atrevidos unas papas fritas y para el resto una buena ensalada de tomate y lechuga para acompañar.
 


 
Un plato rico en proteínas, con sabor exquisito y una forma muy sana de comerlo y que no tiene nada que ver con las industriales que nos ofrecen por ahí, no hay nada como la comida casera.
 


 

Buen apetito…

 

sábado, 21 de febrero de 2015

LOMO AL OPORTO


LOMO AL OPORTO

A mí los guisos y platos de cuchara me encantan, este es para coger pan y mojar, por lo que subimos al cielo directamente, cogemos un corte de carne barato y hacemos un manjar, el lomo o redondo de ternera es una carne que viene rodeada de una telilla que es de colágeno y que se la debemos quitar muy bien, pues si no a la hora de cocer tensaría mucho y haría incomible la pieza, yo en este trozo le metí mano al cuchillo y con paciencia se la quite, si no nos sentimos con ánimos decírselo al carnicero y él lo hará, luego es cosa de los ingredientes y de una buena olla a presión para disfrutar de este exquisito cocido.

INGREDIENTES:

-         Cinta o redondo de ternera

-         Vino Oporto

-         Pimiento verde

-         Pimiento rojo

-         Zanahoria

-         Puerros

-         Cebolla

-         Ajos

-         Tomillo, Cominos, Clavo, Pimienta de Jamaica

-         Sal

-         Laurel

-         Aceite de oliva

-         Caldo de carne o una pastilla de caldo concentrado
 
 

Tal como dije al principio, es fundamental limpiar la pieza de lomo de esas telillas que contienen colágeno, en la olla exprés ponemos un generoso chorro de aceite y sellamos la carne por todos los lados, previamente la abramos puesto sal y pimienta y dos clavos de sabor.
 



 

Una vez bien sellada la carne la reservamos y sobre el mismo aceite agregamos todas las verduras que previamente habremos limpiado y pelado y cortado de forma gruesa para pocharlas bien.
 

 

 

Una vez conseguido un buen pochado es hora de darle sabor al tema, así que meteremos un gran vaso de vino oporto a la olla, y de repente toda la cocina se va a llenar de un olor maravilloso, seguidamente añadimos la carne y todas las hierbas y condimentos que tenemos preparados para este festín, yo como use una pastilla de caldo rellene con poco más de un vaso de agua hasta cubrir la carne.
 




 

Es hora de cerrar la olla y esperar ese chup-chup mágico que nos devolverá una carne aromatizada y tierna, tener en cuenta que por kilo de carne va entre 10 y 13 minutos de olla, cada uno debe conocer la suya, así que cerrar la tapa y rezar el rosario para controlar el tiempo, eso es lo que hacían las abuelas antes de tanto reloj e historias.
 
 

Pasado el tiempo apagamos el fuego y dejamos reposar la carne en la olla, hasta que la podamos manipular cómodamente sin quemarnos, la sacamos y la dejamos sobre la tabla que repose unos minutos, mientras tanto cogemos las verduras y el caldo, sacamos las hojas de laurel y con la Minipimer vamos triturando todo muy bien hasta dejar una salsa fina, ponemos de nuevo al fuego y dejamos reducir unos minutos.
 


 

Cogemos la carne y la trinchamos cortando en medallones finos, y volvemos a meter en la olla sumergiéndolos en esta fabulosa salsa que contiene la esencia del oporto, los jugos de la carne y los sabores de las verduras.
 


 

Dejamos reposar la carne en estos jugos unas horas, si lo comemos al día siguiente mejor que mejor y si no coger la barra de pan y mojar dentro de la olla porque esto está de vicio.
 

 

Para servirlo calentarlo junto a la carne y servirlo bien colmado de salsa y acompañado de un buen vinillo tinto, se calentaran las tripas y el alma con tan rico plato, así que a reivindicar los platos de siempre, los platos de cuchara, los platos de casa, ya está bien de tanta cocina galáctica e imposible de hacer.
 

 

Buen provecho…

 

sábado, 14 de febrero de 2015

ROSQUILLAS DE ANIS


ROSQUILLAS DE ANIS

Estamos en época de carnaval y lo mismo que en la Semana Santa las rosquillas y las torrijas junto a muchos platos más son protagonistas, yo traigo aquí la receta de rosquillas de anís que hacia mi madre, lo único que yo las he hecho más grandes pues me gustan más esponjosas que crocantes, aparte que para desayunar son ideales el tamaño, estas rosquillas son más sanas que los donuts ya que la grasa que llevan es aceite de oliva y no esa grasa industrial llena de colesterol, encima el sabor a anís nos lleva la memoria a los dulces de antaño, así que ya tenemos un par de argumentos para hacerlas y saborearlas.

INGREDIENTES:

-         1 Taza de leche

-         1/2 Taza de aceite de oliva virgen

-         Ralladura de 1 limón

-         1/2 Taza de Anís del Mono

-         1/2 Taza de azúcar

-         2 o 3 Huevos

-         1 Sobre de levadura Royal

-         Harina (la que pida 3 o 4 tazas)

-         Aceite de oliva para freírlas

-         Azúcar y canela para rebozarlas

 

Ponemos la leche en un cazo y le añadimos el anís y el aceite de oliva, removemos bien hasta que se integre todo y ponemos a hervir, una vez hierva sacamos del fuego y añadimos el azúcar y la ralladura del limón y dejamos enfriar para poderlo utilizar.
 







 

Preparamos un bol donde echaremos unas tres tazas de harina, yo aquí use harina para bizcochos, porque buscaba la máxima esponjosidad y esta harina lleva algo de levadura química, pues bien le agrego el sobre de levadura Royal (polvo para hornear) y mezclo todo muy bien y hago un cono en medio de la harina.
 

 

Por otro lado cojo los huevos y se los añado a la mezcla de la leche que ya debe de estar frio y remuevo bien para que todo se integre y esto lo vuelco poco a poco en el bol de la harina y con la ayuda de una espátula lo voy integrando todo muy bien.




 

Según nos lo vaya pidiendo iremos añadiendo mas harina, la textura nos debe quedar como de plastilina y que se separe bien de las paredes del bol.
 

 

Cogemos la encimera y echamos harina y encima de ella volcaremos la masa que hay en el bol y con las manos enharinadas amasaremos hasta integrarlo todo bien, si necesita más harina iremos añadiendo poco a poco, la masa estará cuando los dedos nos queden limpio y no se pegue en la encimera, daremos forma de bola y dejamos reposar un poco.
 


 

Llego la hora divertida, ponemos un papel de horno o una bandeja para depositar las rosquillas, cogemos un pedazo de masa y le damos forma de bola, aplastamos y metemos el dedo en el centro hasta que la traspasemos, sacamos el dedo y agrandamos el agujero, depositamos la rosquilla sobre el papel hasta la hora de freír, hacemos toda la masa y ponemos las rosquillas en disposición para ser bañadas en aceite.
 


 

Hay otras formas de hacer las rosquillas, coger un trozo de masa y amasarlas dándoles forma de cilindro y luego uniendo los extremos dando forma de lazo etc.

Dependiendo del tamaño, a la hora de freír se quedaran más o menos crocante, es decir a mas pequeña se queda crocante por dentro y por fuera, a mas grande se queda crocante por fuera y mas esponjosa por dentro, yo aquí las hice del tamaño de un donut, pero es porque me gusta el tamaño para mojar bien a la hora del desayuno con el cacao con leche, mi madre las hacia un poco más pequeñas, pero quedan deliciosas de todas formas.

En una sartén ponemos aceite de oliva y lo calentamos no muy fuerte, es decir un fuego medio alto y doramos por los dos lados, las sacamos y ponemos sobre papel absorbente para que suelte todo el aceite sobrante.



 

Una vez frías y desgrasadas, en un bol habremos mezclado azúcar y canela y las rebozamos por las dos caras y depositamos en una lata de las antiguas donde las tendremos protegidas de manos furtivas que nos las roben, nada es bromas, son para compartir con un buen café o unas copitas de mistela o anís.
 
 




 

Rico no, lo siguiente, hacía muchos años que no las probaba, por mi condición de diabético creo que pasaran muchos años más, pero ha sido muy bonito recordar las rosquillas que hacia mi madre y compartirlas.
 

 

Buen provecho… y disfrútenlas