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sábado, 12 de diciembre de 2015

BAKLAVA


BAKLAVA

Volvemos a las mil y una noches de Sherezade con este manjar digno de los dioses y cualquier sultán de cuento, la repostería árabe es suculenta, aromática y con sus texturas en boca hacen  una experiencia celestial cada bocado, este postre normalmente lo hacen con pistacho aunque suelen usar frutos secos variados, como la almendra o las nueces, yo aquí he cogido pistachos y como no tenía suficientes añadí dátiles a la mezcla por lo que he subido mil peldaños mas en satisfacción culinaria, lo he aromatizado con agua de azahar y limón, ¡que mas decir! si no hacen esta receta no van a pecar, y si no pecan no se van a ir al cielo de los sabores y sensaciones, ustedes mismos.

INGREDIENTES:

-         200gr de pistachos naturales, pelados y sin sal

-         100gr de dátiles

-         100gr de azúcar en polvo (glass)

-         Ralladura de 1 limón

-         200gr de mantequilla

-         Laminas de pasta filo

Para el sirope

-         200gr de azúcar en polvo (glass)

-         El zumo de 1 limón

-         2 cucharadas de Agua de Azahar

-         Agua

 


Ingredientes como el azúcar en polvo si no lo conseguimos podemos coger la misma medida en azúcar normal y pasarlo por la maquina picadora y nos queda igual, fue lo que yo hice para esta receta.

La cantidad de pistachos en la receta que cogí era de 300, pero como solo tenía 200 añadí 100gr de dátiles y quedo fabuloso, así que manos a la obra, que esto merece la pena.

Cogemos la mantequilla la ponemos en un bol y con ayuda del microondas la fundimos y licuamos para poder usarla con una brocha
 

 

Ponemos los pistachos y los dátiles sin hueso en la picadora y trituramos hasta dejarlo en partículas minúsculas pero no en polvo, que tengan textura para notarlas en boca.
 

 

Ponemos en un bol y le añadimos los 100gr de azúcar y la ralladura de limón y removemos muy bien hasta tener una mezcla perfecta. 
 





 
Cogemos un molde rectangular y lo embadurnamos de mantequilla con una brocha y depositamos la primera lamina de pasta filo, la pasta filo es muy fina y hay que trabajar con mucho cuidado con ella, yo utilice un envase de 10 laminas que dividí por la mitad y me salieron 20 laminas, cuanto más laminas pongamos mas crunchy será la Baklava, así que a poner como mínimo 20, pero si son 36, menuda locura.
 



 
Ponemos una segunda lamina de pasta filo y volvemos a pringar de mantequilla con la brocha, ahora distribuimos la mezcla de pistacho y dátil sobre esta lamina de forma somera, no hay que saturar, acordaros de que quedan muchas laminas por rellenar, ponemos otra lamina de pasta filo y volvemos a embadurnar de mantequilla y repetimos el paso anterior, así hasta acabar con los frutos secos y acabamos con dos o tres capas de pasta filo embadurnadas de mantequilla, cogemos con un cuchillo muy afilado y vamos dividiendo el molde en porciones y metemos en el horno a 180ºC unos 30 o 40 minutos, si vemos que se tuesta mucho ponemos un papel de aluminio encima del molde para evitar que se queme.

 



 

Mientras se hornea el pastel vamos a hacer el almíbar o sirope, ponemos en un cazo los 200gr de azúcar, el zumo de 1 limón y dos cucharadas de agua de azahar, añadimos algo de agua y diluimos a fuego medio y sin dejar de remover durante unos 5 minutos o hasta que el almíbar quede totalmente transparente y cristalino, reservamos.
 






 
Sacamos del horno la baklava e inmediatamente sin dejar enfriar vamos incorporando en el almíbar cubriendo toda la superficie del pastel hasta incorporar todo este sirope, dejamos reposar y enfriar el molde y cuando este frio metemos en la nevera y dejamos un par de horas como mínimo para poderlo consumir


 

Fabuloso, exquisito, celestial…
 


A disfrutar pecadores...
 

 

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