KOFTA
Este es un plato de
la cocina otomana pero que todas las culturas de la zona se lo atribuyen, al
ser de carne molida dice la leyenda que era que los jinetes turcos llevaban la
carne debajo de la silla y cuando llegaban a comer esta se molía por el
movimiento del jinete y luego la especiaban y la insertaban en su cuchillo y la
cocinaban a las brasas de la hoguera, bonita historia que también se atribuyen
los mongoles, la palabra Kofta significa molido, picado en turco y es uno de
los platos que ofrecen en todos los restaurantes que están regados por el mundo
regalándonos sus sabores euroasiáticos. Decir que en la cocina hindú también
tienen una kofta, pero esta como cocina vegetaría es una especie de buñuelo de
vegetales, también la traeremos a este recetario, pues es sabrosísima y
merecedora de nuestro reconocimiento.
INGREDIENTES:
- 500gr de carne de ternera picada
- 1 Huevo
- 1 Cebolla
- Cilantro fresco
- Salvia fresca
- Ajo
- Lea Perrins
- Jengibre, pimienta negra, cúrcuma,
cominos y nuez moscada.
Procedemos picando en
fino la cebolla y el cilantro y se lo añadiremos a la carne manipulándolo con
las manos bien limpias hasta conseguir integrar todos estos componentes
sólidos.
Seguidamente le
añadimos las especias, yo aquí he escogido las que me gustan, la Kofta en
Turquía tiene tantas variantes como pueblos y amas de casa hay, es decir como
aquí en nuestras casas tenemos la receta original del cocido, la Lea Perrins es
muy recurrida por la variedad de especias que lleva en su composición y por ese
toque agridulce que da el tamarindo, el ajo y el jengibre se complementa muy
bien y dan un subidón de sabor espectacular, la nuez moscada da aroma, la
cúrcuma aunque es un colorante natural amalgama muy bien los sabores y de la
pimienta negra da ese toque caliente en boca.
Añadimos todo esto y
el huevo en el bol de la carne y con las manos siempre muy limpias procedemos a
mezclar bien todo hasta conseguir una masa homogénea, sellamos con papel film
el bol y lo metemos en la nevera como mínimo una media hora para que repose y
se asiente la mezcla.
Por otro lado
aprovechamos y cogemos las brochetas (si son de madera) y las ponemos en agua
una media hora para así evitar que se quemen cuando las llevemos al fuego.
Sacamos de la nevera
la carne y procedemos con una medida que puede ser la de una cuchara o la de la
palma de nuestra mano y hacemos una bola, insertamos la brocheta e iremos
extendiendo la carne a lo largo de ella hasta dejar esta forma característica
de pinchito, procuraremos que tenga el mismo grosor a lo largo para que la
cocción sea la misma por todos los lados.
Tendremos una plancha
muy caliente ligeramente engrasada con aceite de oliva y pondremos las
brochetas a hacer moviéndolas por todos los lados consiguiendo un todo dorado
pero evitando que se nos queme, para evitar que queden crudas por dentro es
conveniente moverlas constantemente.
Las serviremos
acompañándolas de una ensalada o de una escalibada de verduras y con un poco de
salsa de yogurt, es un plato sabroso, proteico y divertido, así que no hay
motivo para no hacerlo.
Buen apetite.