TARTA DE QUESO FRESCO
Y FRAMBUESAS
Esta quizás sea la
tarta más exquisita y fácil de hacer, es un clásico de la repostería
norteamericana donde en cualquier cafetería te sirven esa Chessecake bien
dorada, yo aquí traigo la versión que de este postre hace Gordon Ramsey donde
le da una categoría de tres estrellas Michelin, es una tarta que por los
componentes es muy ligera y menos calórica que el resto, pero como en todo que
se refiere a la cocina, hay que utilizar ingredientes de calidad para obtener
un resultado maravilloso, yo aquí he usado el queso Mascarpone pero se puede y
debe usar cualquier queso fresco y cremoso, tipo Quark, Burgos batido,
Philadelfia, etc., cuanto más cremoso y fácil de batir sea el resultado será
mejor, luego lo que hace grande de esta receta son las frambuesas que con su
acidez maridan perfectamente con el queso y dan una sensación en boca de lo más
agradable posible, también puedes utilizar arándanos, frutos del bosque o lo
que gusten, pero las frambuesas es lo ideal.
INGREDIENTES:
- 500gr de Queso fresco (Mascarpone,
Quark, Philadelfia, Burgos, etc.) que sean fáciles de batir.
- 250gr de Frambuesas
- 160gr de Azúcar
- 3 Huevos
- 2 Cucharadas de harina
- Ralladura de una mandarina (o limón,
lima, etc.)
Lo fundamental es que
todos los ingredientes tienen que estar a temperatura ambiente para poder
ligarlos bien, si las frambuesas son congeladas las tendremos descongelando
desde el día anterior en la parte alta de la nevera, a la hora de utilizarlas y
teniéndolas atemperadas las colaremos para eliminar el exceso de jugo.
Procedemos de la
siguiente forma, pondremos el horno a calentar a 180ºC y mientras tanto en un
bol grande pondremos el azúcar y agregaremos el queso Mascarpone y con unas
varillas empezaremos a batir hasta conseguir integrar el azúcar y el queso en
una crema untuosa, si no tenemos musculo para utilizar las varillas de mano lo
haremos con una batidora de varillas, pues es interesante meter aire mientras
batimos para hacer ligera la masa.
En otro bol batiremos
los tres huevos también siendo enérgicos para meter aire en el resultado, e
iremos incorporando poco a poco al queso con el azúcar, para que así se vayan
integrando mejor, así que a batir bien con mucha energía.
Una vez lo tengamos
todo bien mezclado le añadiremos las dos cucharadas de harina y seguiremos de
forma enérgica batiendo para que todo se mezcle bien y siga entrando todo el
aire posible a la masa, haremos lo mismo con la ralladura de la mandarina.
Ahora es el momento
de integrar las frambuesas a las que quitaremos el exceso de jugo y las
integraremos a la masa con una lengua de silicona e iremos mezclando de abajo
hacia arriba hasta que todas este bien integradas.
Cogeremos un molde de
24 o 26 cm de diámetro y lo engrasaremos bien con mantequilla y pondremos toda
la masa con las frambuesas y extenderemos bien aplanando la superficie,
levantaremos un centímetro el molde y dejaremos caer sobre la mesa y
repetiremos unas dos o tres veces más, esto lo haremos para que las frambuesas
se repartan bien y a la hora de salir del horno estén arriba y debajo de la
masa.
Una vez tengamos el
horno a temperatura de 180ºC introduciremos el molde y hornearemos entre 30 y
35 minutos cuando veamos un buen tostado de la superficie de la tarta, por las
paredes estará compacta y por el centro tendrá la textura de un flan. Sacamos y
dejamos enfriar antes de desmoldar, yo una vez fría y sin quitar en el molde la
dejo un mínimo de tres horas en la nevera, luego saco le quito el molde y ya
está lista para hincar el diente a esta tarta tan rica.
Lo dicho este es un
bocado de dioses, así que no dejen de hacerla y sorprender y sorprenderse por
una tarta tan sencilla y exquisita.
Bon apetite.