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sábado, 7 de marzo de 2015

TURBANTE DE SULTAN


TURBANTE DE SULTAN

 

Una de las cocinas que más me gusta es la turca, porque tiene los matices de los dos mundos, el mediterráneo y el oriental, compila dos mundos en exquisitas recetas, hoy traigo un atrevimiento y una variación de un postre que se llama "turbante de sultán" transformándolo en un plato salado y que se lo vi hacer a Rachel Khoo y me pareció muy apetecible, así que yo aquí traigo mi variación, no soy muy amante de la carne y menos de la de cordero, por lo que una sabrosa calabaza y una versátil espinaca hacen los honores de coproducir un plato altamente exquisito, sabroso y apetecible, así que a por los ingredientes y ponernos a cocinar.

INGREDIENTES:

-         Hojas de pasta filo

-         Espinacas

-         Calabaza

-         Sal, cominos, canela, pimienta negra y roja

-         Huevo

-         Leche

-         Vermut dulce u oporto
 
 
Nos ponemos manos a la obra, y en una cazuela grande ponemos las espinacas ( yo aquí utilice unos 300 gr de hojas frescas) con un chorrito de aceite y dejamos hacer a la magia del fuego, veremos como en poco tiempo empiezan a menguar, momento en el que les daremos un toque con la sal y un buen lingotazo de vermut dulce y dejamos reducir todo, sacamos del fuego y dejamos atemperar.
 



 
Por otro lado cogemos la calabaza y la cortamos en trocitos pequeños y regulares, en una sartén ponemos un poco de aceite y pochamos la calabaza, le damos un toque con los cominos y la canela que le va de fabula, cuando tenga el punto sacamos del fuego y dejamos enfriar para poder manejarlo mejor.
 



 
Cogemos un huevo, le añadimos leche y batimos bien esta mezcla.
 


 
Cogemos una lamina de pasta filo y la extendemos en la encimera, con un pincel la pintamos con la mezcla del huevo y la leche y ponemos otra lamina de pasta filo encima, volvemos a pintar de nuevo, ahora cogemos las espinacas y ponemos una hilera fina en la parte inferior, le añadimos unos tacos de calabaza y empezamos a enrollar como si fuera un rulo.
 
 




 
Ahora viene una parte delicada y es coger ese rulo y empezar a girarlo sobre un extremo y hacer esa caracola o turbante con mucho cuidado de que no se nos parta la pasta filo que es muy delicada, con la brocha le damos unos cuantos brochazos de leche y huevo y ponemos en una sartén a fuego medio para que se empiece a hacer, aprovechamos y le damos otros cuantos brochazos por esa cara y miramos de que no se nos queme el lado al fuego, cuando veamos que se dora damos vuelta y dejamos hacer por este otro lado, sacamos y servimos con una salsa de yogurt, pepino y menta o con la que más nos guste.






Para una comida o una cena ligera son ideales, la suavidad de la pasta filo y quedan crujientes y sabrosas, las podemos rellenar de carne picada y condimentada o de lo que nos apetezca, espero que ningún soldado otomano fieles de Mehmed II se enfade por hacer una variación de un exquisito dulce que más adelante traeremos por aquí.


 

Buen provecho.