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sábado, 26 de abril de 2014

CABALLO CANSADO


CABALLO CANSADO

Esta es una receta que va a hacer muy feliz a mi hermana, siempre que hablamos de mi padre me recuerda que el la hacía, yo en un principio creía que era cosa de él, y que le daba el nombre para tomarnos el pelo, yo era muy pequeño cuando vi hacérsela y probaba un poquitín y veía que era muy rica, era la época en que a los niños nos daban Kina San Clemente con una yema de huevo y azúcar y no nos pasaba nada, así que mi padre nos daba a probar su caballo cansado que hacía en ese enorme vaso de cristal decorado con unos ciervos negros y dorados, pues lo dicho creía que era una tomadura de mi padre y que le daba ese nombre para reírnos, pero no es así, es una receta de origen portugués y es de los hombres de campo que cuando veían a los caballos o burros muy cansados necesitaban estimularlos y subirles rápidamente el ánimo y les daban esta sopa o ponche, yo creo más que se la tomaban los ganaderos o agricultores que eran más bestias que los propios animales, pero decir que para un postre fresquito o un ponche caliente para el invierno es ideal y esta riquísimo.

Como todas las recetas es indispensable utilizar los mejores ingredientes posibles para obtener un resultado optimo, así que a no ser rácano y ponerle el mejor que podamos.

INGREDIENTES:

-         Vino tinto (uno que sea bueno) yo aquí le he puesto un Finca Resalso que es muy bueno y tiene muy buen precio.

-         Pan de el día anterior a ser posible

-         Azúcar

-         Canela

 


Procedemos de la siguiente forma, en un bol depositamos el vino, calculamos un poco más de medio vaso por comensal y agregamos una o más cucharadas de azúcar por vaso de vino (todo depende del dulzor que queramos tener) podemos ir probando según las vayamos diluyendo y agregar menos o mas azúcar. 

    

seguidamente le añadimos una pizca de canela en polvo y removemos bien hasta disolverlo todo. 
 
 
 

 Esto lo podemos hacer en un cazo y a fuego muy bajo cuando queramos combatir el frio como si fuera un ponche, pero yo aconsejo tomarlo en frio como lo pongo aquí, el ánimo te lo va a levantar igual.

Una vez todo bien disuelto empezamos a partir el pan con la mano y en pedacitos pequeños que sean del tamaño de un bocado y los vamos dejando que se empapen muy bien en el vino, vamos poniendo esos bocaditos de pan hasta que absorban todo el vino del bol, yo aconsejo meter esta mezcla en la nevera una media hora o una hora antes de su consumo para tomarlo fresquito o tener el vino previamente metido en la nevera aunque para los gourmets es una salvajada, pero en serio de cualquiera de las dos formas funciona.       
 


 

Podemos servirlo en un plato sopero o en un vaso que es como lo hacia mi padre, es sencillo pero esta tan rico que merece la pena hacerlo una vez y probarlo, seguro que repiten de nuevo, a mí y a mis hermanos seguro que les trae muchos recuerdos y como nos quedábamos mirando a mi padre para que nos diera una cucharita de este caballo cansado.

Como los portugueses son primos hermanos de los gallegos estos también tienen la misma receta, pero ellos lo llaman burro cansado, es cómico ver las similitudes en la gente del campo como tienen estos reconstituyentes con alcohol, para poder seguir con la dura tarea del campo, aquí en Tenerife los magos (gente de campo) tienen la costumbre de tomar de la caja del gofio (cereales tipo trigo, maíz, cebada o centeno tostados y molidos) meterse una cucharada de gofio e inmediatamente un vaso de vino para diluirlo, a eso se le llama "cabrilla" y yo lo he visto hacer a las 7 de la mañana cuando  yo me tomaba un café para estimularme, despertarme y aliviar el frio para poder ir a trabajar y entrar el mago con su sacho o guataca (azada) al hombro, pedir la lata del gofio y por cada cucharada de gofio un vaso de vino detrás… sabiduría popular oigan.

 

Desear que disfruten de este caballo cansado y verán como relinchan de felicidad una vez consumido, yo lo he hecho recordando esta receta de mi infancia que tenía en mi baúl de la memoria…

Sean felices…

 

sábado, 19 de abril de 2014

POLLO A LA CAZUELA


POLLO A LA CAZUELA

Esta es una de las recetas típicas de cualquier hogar en donde con pequeñas variantes descubrimos un mundo de sabores celestiales, yo aquí haciendo memoria, viendo los libros de cocina de mi madre y alguna que otra receta vista por las redes, intento recrear lo que hacia mi madre y decir que esta receta la clavo, un sabor excelente y un plato muy rico, mi madre utilizaba la olla a presión uno de los mayores inventos para la cocina junto al horno y la nevera, pero yo esta receta la hago al estilo de las abuelas, a fuego lento y con mucho amor el ingrediente indispensable para poder comer rico, rico.

INGREDIENTES:

-         Un pollo troceado

-         Cebolletas frescas

-         Zanahorias

-         1 Litro de caldo de pollo (o una pastilla de caldo)

-         1 Vaso de vino blanco

-         Ajo

-         Pimienta negra, sal, laurel, tomillo y/o las hierbas que nos apetezcan.

-         Aceite de oliva (fundamental).

Para acompañar a este rico pollo guisamos unas papas y regamos con aceite de oliva y perejil fresco ligado…
 

Cogemos una buena cazuela y ponemos un chorro muy generoso de aceite de oliva y tiramos en el dos dientes de ajo aplastados, cuando el fuego este vivo ponemos los trozos del pollo a los que previamente habremos salado y pimentado y empezaremos a sellar por todos los lados, una vez veamos que empieza a dorarse el pollo añadimos la cebolleta picada en menudo y removemos muy bien, bajamos el fuego a medio y dejamos que se empiece a pochar la cebolleta, le añadimos la zanahoria picada en cuadraditos pequeños , removemos bien y seguimos con el pochado de las mismas, cuando veamos que la cebolla empieza a transparentar es el momento de añadirle las hierbas que queramos, yo aquí le puse tomillo y un par de hojas de laurel y llego la hora de agregar el vaso de vino blanco, subimos el fuego y removemos muy bien para que se evapore el alcohol del vino pero que deje su magnífico aroma.     






 

El siguiente paso es añadirle el caldo de pollo, subimos el fuego al máximo y cuando rompa a hervir lo bajamos al mínimo y lo tapamos durante unos diez o quince minutos que será cuando volvamos a destapar y dejaremos otros quince minutos a ese fuego bajo para que se vaya reduciendo la salsa, una vez veamos que el pollo esta cocinado (esto se sabe cuando presionamos con un tenedor y se abre la carne y la vemos que no está rosada y si de un color similar por todo el pedazo) apagamos el fuego y dejamos reposar con la tapa puesta.       



 

Para acompañar este plato guisaremos unas papas en abundante agua con sal, una vez este hechas emplataremos poniéndole perejil picado y un buen chorro de aceite de oliva y es el complemento ideal para degustar este plato.
 


Ahora solo nos queda sentarnos a la mesa y acompañados de un buen vino blanco dar buena cuenta de este pollo a la cazuela, tan significativo del recetario de nuestras casas y que nuestras madres y abuelas hacían con tanto cariño como el que hemos puesto nosotros al hacerlo así que corriendo a la tienda del barrio a comprar los ingredientes de esta receta para hacernos una comida riquísima.

 

Buen apetito…

 

sábado, 12 de abril de 2014

LECHE FRITA


LECHE FRITA

Señoras, señores si hay un plato que rememore mi infancia, mi familia, mi vida es este, la leche frita de mi madre, plato emblemático, la receta original de ella no la pude obtener en sus apuntes porque nunca la apunto, pero haciendo memoria de lo que hablaba, mas investigar en muchas recetas traigo la que más se parece y puedo jurar que el sabor de esta fue celestial.

Mis hermanos cuando vean esta receta creo que les vendrán lo mismo que a mi todos los recuerdos y lo que significaba que mi madre la hiciese, principalmente era por Navidad cuando podíamos disfrutar de tan delicioso manjar, pero ahora que estamos en vigilia le puede hacer la competencia a esas torrijas, rosquillas o buñuelos de la época, así que cojan papel y lápiz para anotar los ingredientes y no tarden mucho tiempo en hacerlas y disfrutarlas.

INGREDIENTES:

-         1/2 litro de leche entera

-         30gr de Mantequilla

-         60 gr de Maizena

-         3 o 4 Yemas de huevo

-         2 huevos

-         Canela en palo

-         Corteza de limón y otros cítricos (mandarina)

-         Harina para rebozar

-         Canela en polvo

-         Azúcar

 


Procedemos en tenerlo todo listo, pues la confección requiere ritmo y no nos podemos parar para evitar que se corte.
 

Ponemos en un cazo la mitad de la leche y ponemos a infusionar la canela en rama y las cascaras de los cítricos a fuego medio/bajo.    
 

Por otro lado en un bol disolvemos la Maizena con la otra mitad de la leche en frio, batimos bien para quitar los posibles grumos, una vez  lo tengamos listo subimos el fuego de la leche que estamos infusionando y cuando empiece a subir la leche la apartamos del fuego y quitamos la canela y las cascaras, volvemos a ponerle el fuego añadimos el azúcar y removemos y una vez disuelta en la leche añadimos la Maizena disuelta y empezamos a remover con fuerza para que se mezcle y disuelva todo bien, veremos como de inmediato empieza todo a espesar rápidamente, menearemos bien para eliminar cualquier grumo, apagaremos el fuego y empezaremos a añadir la mantequilla, removeremos bien hasta que se disuelva y luego añadiremos las yemas, yo en este caso añadí cuatro, mi madre para un litro ponía de seis a ocho yemas de huevos grandes, decir que la crema queda más rica cuanto mas huevo se le echa.    




 

Removemos bien y de inmediato en una bandeja lubricada con aceite echamos la crema y extendemos con una espátula, dejamos reposar y cuando este fría la metemos en la nevera hasta el día siguiente (mínimo 8 horas).

 

Bueno llega la hora de la verdad en tres cuencos diferente preparamos en uno la harina, en otro el huevo batido y en otro cuenco mezclamos azúcar con canela para acabar el rebozado dulce.

El aceite con el que vamos a freír la leche, es aconsejable que sea de origen vegetal pero neutro de sabor como es el de girasol, entonces ponemos una sartén al fuego con abundante aceite a calentar, cortamos la leche frita al tamaño de un bocado, así que ha medirnos la boca y calcular de cuantos mordiscos queremos disfrutar de este manjar, pasamos primero por harina, sacudimos y lo bañamos en huevo y de inmediato sumergimos la leche en ese baño de aceite caliente para que se dore por todas las caras, cuando tenga el aspecto deseado sacamos y de inmediato lo ponemos en el cuenco con el azúcar y la canela y le damos un rebozado generoso, sacudimos el exceso y lo emplatamos. 




 

Este manjar es recomendado tomarlo recién hecho, es una autentica delicia, espero que sepan disfrutarlo, para mi es uno de los sabores de mi vida, así que espero les haya gustado.



Buen apetite.

 

 

sábado, 5 de abril de 2014

ARVEJAS


ARVEJAS

Aquí en Tenerife a los guisantes genéricamente se les llama arvejas y esta receta es de las antiguas y ahora que llegamos a la pascua era plato obligado por lo frugal y carente de carnes que obligaban a ese ayuno que solo cumplían el vulgo mientras los prebostes y el alto clero se autoinflingia esa gula papal que hacía que les subiera el colesterol.

Yo en esta receta vario la proteína que posteriormente se le fue añadiendo, normalmente se usa bacón o jamón serrano en dados, yo uso este magnífico chorizo dulce en sarta que aporta el pimentón y un sabor delicioso a estas arvejas, así que no hace falta que sea Semana Santa para poder saborear este rico plato.

INGREDIENTES:

-         400gr de Arvejas o guisantes

-         1 huevo duro por comensal

-         Tomate frito

-         1 Cebolla

-         2 Dientes de ajo

-         1/2 Pimiento verde

-         Chorizo en sarta dulce

-         Sal, pimienta negra, laurel y comino

-         1 Pastilla de doble caldo Knorr

 


Bueno tenemos la suerte que para utilizar los guisantes no debemos  esperar que sea la temporada de los mismos, en el mercado tenemos excelentes guisantes congelados, así que comprar unos de marca de prestigio pues ya saben que el 90% de éxito de un plato es la calidad de sus ingredientes y el 10% restante es el saber cocinarlos adecuadamente, así que sigan las instrucciones del envase.

Yo aquí puse a hervir agua con sal y luego durante unos minutos coci los guisantes y los reserve mientras seguía los siguientes pasos de estas riquísimas arvejas. 


    

Por otro lado picamos la cebolla en menudo y las ponemos en una cazuela con un buen chorro de aceite de oliva y los dientes de ajo picaditos y empezamos a pochar, de inmediato añadimos el medio pimiento verde cortado igual de menudo y dejamos hacer junto a la cebolla, añadimos un poco de sal para ayudar a sudar a las verduras, una vez empiece a transparentar la cebolla añadimos las especias (laurel, pimienta y cominos) y una buena porción de chorizo pelado y cortado en daditos pequeños y seguimos rehogando.    




Cuando veamos que el chorizo va soltando su grasilla y tiñendo con su pimentón las verduras, añadimos las arvejas y removemos muy bien, yo aquí añado la pastilla de doble caldo Knorr meneo muy bien, añado el bote de tomate frito y como siempre hago yo le pongo media cucharita de azúcar para matar la acidez del tomate, cubro con un par de dedos por encima de las arvejas de agua caliente y dejo hacer a fuego suave durante unos 20 minutos, vigilaremos de que no se nos quemen al fuego y si vemos que el caldo se nos evapora rápidamente podremos agregar un poco mas de agua caliente al guiso.     


 

Tras ese tiempo de cocción probaremos y rectificaremos de sal y veremos si está reducida la salsa a nuestro gusto, no nos queda más que dejar reposar unos minutos antes de servir para que todo se asiente bien y serviremos picando un huevo duro por comensal y mezclándolo bien con las arvejas en salsa de tomate, plato típico de Semana Santa y en cualquier día frio en los guachinches de nuestra tierra que sirve de acompañamiento a una buena cuartita de vino…

 

¡Oiga salud y buen provecho!