CABALLO CANSADO
Esta es una receta
que va a hacer muy feliz a mi hermana, siempre que hablamos de mi padre me
recuerda que el la hacía, yo en un principio creía que era cosa de él, y que le
daba el nombre para tomarnos el pelo, yo era muy pequeño cuando vi hacérsela y
probaba un poquitín y veía que era muy rica, era la época en que a los niños
nos daban Kina San Clemente con una yema de huevo y azúcar y no nos pasaba nada,
así que mi padre nos daba a probar su caballo cansado que hacía en ese enorme
vaso de cristal decorado con unos ciervos negros y dorados, pues lo dicho creía
que era una tomadura de mi padre y que le daba ese nombre para reírnos, pero no
es así, es una receta de origen portugués y es de los hombres de campo que
cuando veían a los caballos o burros muy cansados necesitaban estimularlos y
subirles rápidamente el ánimo y les daban esta sopa o ponche, yo creo más que
se la tomaban los ganaderos o agricultores que eran más bestias que los propios
animales, pero decir que para un postre fresquito o un ponche caliente para el
invierno es ideal y esta riquísimo.
Como todas las
recetas es indispensable utilizar los mejores ingredientes posibles para
obtener un resultado optimo, así que a no ser rácano y ponerle el mejor que
podamos.
INGREDIENTES:
- Vino tinto (uno que sea bueno) yo aquí
le he puesto un Finca Resalso que es muy bueno y tiene muy buen precio.
- Pan de el día anterior a ser posible
- Azúcar
- Canela
Procedemos de la
siguiente forma, en un bol depositamos el vino, calculamos un poco más de medio
vaso por comensal y agregamos una o más cucharadas de azúcar por vaso de vino
(todo depende del dulzor que queramos tener) podemos ir probando según las
vayamos diluyendo y agregar menos o mas azúcar.
seguidamente le
añadimos una pizca de canela en polvo y removemos bien hasta disolverlo todo.
Esto lo podemos hacer en un cazo y a fuego muy
bajo cuando queramos combatir el frio como si fuera un ponche, pero yo aconsejo
tomarlo en frio como lo pongo aquí, el ánimo te lo va a levantar igual.
Una vez todo bien
disuelto empezamos a partir el pan con la mano y en pedacitos pequeños que sean
del tamaño de un bocado y los vamos dejando que se empapen muy bien en el vino,
vamos poniendo esos bocaditos de pan hasta que absorban todo el vino del bol,
yo aconsejo meter esta mezcla en la nevera una media hora o una hora antes de
su consumo para tomarlo fresquito o tener el vino previamente metido en la
nevera aunque para los gourmets es una salvajada, pero en serio de cualquiera
de las dos formas funciona.
Podemos servirlo en
un plato sopero o en un vaso que es como lo hacia mi padre, es sencillo pero
esta tan rico que merece la pena hacerlo una vez y probarlo, seguro que repiten
de nuevo, a mí y a mis hermanos seguro que les trae muchos recuerdos y como nos
quedábamos mirando a mi padre para que nos diera una cucharita de este caballo
cansado.
Como los portugueses
son primos hermanos de los gallegos estos también tienen la misma receta, pero ellos
lo llaman burro cansado, es cómico ver las similitudes en la gente del campo
como tienen estos reconstituyentes con alcohol, para poder seguir con la dura
tarea del campo, aquí en Tenerife los magos (gente de campo) tienen la
costumbre de tomar de la caja del gofio (cereales tipo trigo, maíz, cebada o
centeno tostados y molidos) meterse una cucharada de gofio e inmediatamente un
vaso de vino para diluirlo, a eso se le llama "cabrilla" y yo lo he
visto hacer a las 7 de la mañana cuando
yo me tomaba un café para estimularme, despertarme y aliviar el frio
para poder ir a trabajar y entrar el mago con su sacho o guataca (azada) al
hombro, pedir la lata del gofio y por cada cucharada de gofio un vaso de vino
detrás… sabiduría popular oigan.
Desear que disfruten
de este caballo cansado y verán como relinchan de felicidad una vez consumido,
yo lo he hecho recordando esta receta de mi infancia que tenía en mi baúl de la
memoria…
Sean felices…
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