TORTILLA VEGANA
Bueno
aquí traigo una receta que no va a dejar a nadie indiferente, es hacer una
tortilla de papas pero sin usar huevo para cuajarla si no harina de garbanzos
que hace la misma función, la harina de garbanzos es sencillamente el garbanzo
molido, yo hace años que la uso desde que hago algunos platos de la cocina
hindú, en este mismo blog tengo una receta de "pakoras" que suelo
hacer muy habitualmente y me encanta, la harina de garbanzo amalgama muy
rápidamente y no se necesita mucha cantidad para cuajar la tortilla, no nos
llevemos a engaño aunque sea una tortilla de papas y cebolla, el sabor cambiara
levemente a un fondo de fruto seco tostado, todo es habituarse, y aunque la
tortilla sea vegana, engorda igual que la de huevo, lo único que hemos quitado
el colesterol del huevo por el hidrato del garbanzo, es decir cocina sana, pero
engorda igual que la otra.
INGREDIENTES:
- Papas
- Cebolla
- Harina de garbanzo
- Maizena
- Sal
- Cúrcuma
- Aceite de oliva
- Perejil
- Agua
Bueno
empezamos como la tortilla de papas habitual, pelando y picando las papas, yo
sigo el consejo de mi madre y es que las papas hay que cascarlas, es decir
metemos un poco el cuchillo y con la muñeca cascamos la papa, así sacamos el
almidón y la papa es más rica a la hora de freír, deben quedar los pedazos
irregulares pero del mismo tamaño, también picamos la cebolla y ponemos en un
cazo o sartén y dejamos hacer a fuego vivo hasta que estén bien pochadas.
Mientras
se pochan las papas y la cebolla en un bol ponemos dos o tres cucharadas de
harina de garbanzo (yo esta cantidad la hice como para una tortilla de seis
huevos) medido serian unos 50 o 60 gr de harina de garbanzo, añadí una
cucharada de Maizena y una cucharita de cúrcuma, para darle un poco mas de
color y que es buena para el Alzheimer, remuevo todo muy bien en seco y voy
añadiendo poco a poco el agua y removiendo todo muy bien hasta conseguir una
textura liquida como la de los huevos batidos, es muy importante esto.
Es
hora de añadir sal y el perejil picado, volvemos a batir y reservamos.
Cuando
las papas y cebolla estén bien pochadas las colamos y quitamos todo el exceso
de aceite, una vez hecho esto viene el matrimonio, la parte más delicada sobre
todo las primeras veces, yo la cantidad de harina de garbanzo hidratada que
eche se asemeja a la de los huevos que suelo usar con la tortilla normal, así
que en el bol tengo la cantidad aproximada, meto las papas y cebollas y remuevo
bien y rápidamente hasta conseguir una mezcla homogénea y rápidamente en una sartén
caliente y con un poco de aceite pongo la mezcla y empiezo a cuajar, vuelta
rápida para evitar que se queme y así un par de veces hasta tener la tortilla
hecha.
Bueno
las sensaciones son bien diferentes a la hora de hacerla respecto a la tortilla
normal, es más espesa la mezcla y cuesta más moverla en la sartén, y se cuaja
mucho mas rápido, por lo que deberemos tener mucho ojo y darle vuelta
rápidamente, así un par de veces para tostarla lo justo. La primera es la mas
difícil y las siguientes las haremos de memoria.
El
sabor difiere de la clásica, pero es una buena tortilla, acompañada de una
lactonesa, o salsa de yogurt, acompañando a unos pimientos de piquillo con
brandada de bacalao es una delicia, y encima combatimos el colesterol con ella,
merece mucho la pena tenerla en nuestro recetario.
La
harina de garbanzos la conseguiremos en cualquier tienda de alimentación
oriental, de herbodietetica o como yo aquí en un molino de gofio, también la he
visto en grandes superficies, o como dice mi hermana, si tenemos una muy buena
batidora de vaso y muy potente, podemos moler y pulverizar los garbanzos en
pequeñas cantidades.
Espero
que guste.
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